lunes, 18 de noviembre de 2013

Algo de canto

Quiero contar, solo para que quede plasmado como anécdota y leerlo para cuando ya mis recuerdos vayan quedando en el olvido (será para eso que escribo?). 

El año pasado preparábamos un concierto en una Universidad del centro y nos quedamos sin pianista, y con el apuro llegó uno que tocó la obra sin haberla ensayado antes, y me ofrecí para ir cambiando las hojas de la partitura mientras él tocaba el piano, ese es un paréntesis, jajajaja, me perdí el haber cantado.

Cantaríamos esa misma obra mas adelante y por supuesto elegimos el mismo pianista, pero esta vez ensayaríamos con él al menos una vez antes. Nos mencionó que él ensayaba en un lugar llamado " el castillo" en el centro de Santiago, era su espacio donde tenia su piano.

Nos fuimos a ensayar ahí sin saber bien donde era y llegamos a un lugar casi en ruinas, una puerta de fierro, muy sucia, antigua, se sentía la hermosura que fue en su tiempo, que ganas de haber sacado fotos, ni se me ocurrió, era un lugar desocupado, incluso en sus paredes exteriores estaban afirmadas por unos soportes de madera para que estas no cayeran.

Oscuro un sábado de invierno como a las 4: de la tarde, sin luz en su interior, encontramos unos hermosos candelabros que notaban haber sido ocupados en algún momento. Entramos con cuidado de no caernos, extrañada de este lugar y yo creyendo que arriba en su interior me encontraría con un lugar absolutamente distinto, pintado, luminoso, casi con una familia dando vueltas......, era mi imaginación. Subimos a un segundo o tercer piso, no lo recuerdo bien, y me encontré con un espacio muy abierto, grande, debe haber sido muy lindo en su tiempo glorioso, una enorme chimenea, con polvo en todas partes y cerca de una ventana estaba su piano, varios sillones que indicaba que no siempre estaba solo. A pesar de ser un lugar muy abierto no nos sentíamos cómodas, será porque no era lo que esperábamos, salimos por unas horas de nuestros cánones  ensayamos algo incomodas, no veíamos bien las partituras, la directora y algunas mas sintieron que no estábamos solas, será nuestra imaginación?, al menos la dire, sintió y vio presencias, pasaban, intranquilas por nuestra música?, no lo creo estaban acostumbradas a la buena música, intranquilas por tal alboroto de tantas mujeres irrumpiendo en el espacio de un solo hombre?......., quizás, es lo que sentimos, y ya no volveremos ahí ya que a este pianista lo sacaron de ese espacio, al parecer era un "ocupa".