viernes, 25 de abril de 2014

Algo de mi padre

Recordé a mi padre, no lo menciono mucho, perdimos contacto y fue por un asunto bien puntual.  

Mi madre se separó de mi padre cuando todos éramos grande, ella salió de la casa, yo estaba casada y mi hermano también, y se quedó en la casa familiar mi hermana, su hijito pequeño y mi padre.  Como todos trabajaban se necesitó una persona que hiciera el aseo, bueno, fue justamente ella la que entró de mala forma en la vida de todos, con engaños y mentiras se apoderó de la casa y de mi padre, y mi hermana debió salir de ahí.  

Catástrofe familiar cuando nos anuncia que se va a vivir con ella, estaba embarazada.  Era la forma que ella tenía para apoderarse de los patrones o jefes de hogar.  Perdimos contacto, nos dejó a todos, y vive lejos de Santiago.

Cuando recuerdo y analizo lo que sucedió, siempre he tenido la sensación de abandono, a pesar que en esa época no vivía en su casa, siento que me dejó como hija y también a sus nietas es decir mis hijitas.  Se de él cuando mi hermano lo visita, entiendo que tiene más hijos reconocidos, aunque no me queda claro si son de él, está viejo, enfermo, supongo que tantos niños y ella lo atenderán. 

Le gustaba jugar ajedrez y dominó, tenía sus distintos grupos de amigos con los que compartía sus distintos juegos, también le gustaba ir al Club Hípico, en grupo, con vecinos cercanos, amigos y  hermanos, yo asistí algunas veces, no me apasionaba.  

De joven fue un gran deportista, corría y hacia salto con garrocha, y como  vivíamos cerca del Estadio Nacional nos llevaba cada vez que podía a los campeonatos de atletismo, a los de tenis, y a ver fútbol, era como nuestra plaza cercana y nos incentivaba a hacer deportes. Su gran pasión por la música hizo que la escucháramos con frecuencia en nuestra casa, grandes conciertos, opera, sinfonías, cantaba bastante bien, y silbaba lindo.  Era un hombre alegre, hablaba fuerte y siempre buscaba la discusión, algo prepotente y siempre tenía la razón en todo, (a veces me parezco a él en algunos aspectos), los alegatos en la casa fluían en forma diaria sobre todo en los años de mi adolescencia ya que sufrimos un golpe de Estado con una posterior dictadura militar que duró muchos años.  Los asuntos políticos eran la contingencia diaria, con tantos muertos, desaparecidos, exiliados, torturados, imposible quedar al margen. Luchamos de distintas formas por nuestros ideales, éramos jóvenes y teníamos ganas y disposición, corríamos riesgos necesarios para terminar con esa insana dictadura. 

Me duele hablar de él, sentí su alejamiento, lo perdí, nunca más nos hemos tratado como padre e hija, con mis hermanos pasa algo similar, en resumen perdió a su núcleo y prácticamente a toda su familia.