viernes, 9 de mayo de 2014

DOLORES DE MI MADRE

Los dolores del alma de mi madre son grande, partiendo que se siente culpable por la muerte de su madre cuando ella nació. Así se lo hicieron saber distintas personas cercanas a ella, ya que desde muy chiquita pasó de mano en mano, entre cuidadoras, padre ausente y tías que hicieron la labor de madre. Eran 3 hermanos y mi madre era la menor, el abuelo, su padre, se volvió a casar y nació una hermana menor con la que comparte hasta hoy, son cercanas, y de los otros dos solo con la hermana mayor tiene contacto, y con el único hombre rompieron relación, problemas de discriminación familiar hizo que no se hablaran mas.

Los hermanos y hermanas de su madre son varios, es decir varios tíos, tías y por lo tanto bastantes primos, con muchos de ellos sigue una linda relación hasta ahora, una en Francia, otra viaja donde el planeta le brinde calor, varios enfermos, todos viejos, pero con recuerdos que indican que fueron buenos primos, queridos y amados, fotos de esos momentos tiene muchas, de vez en cuando las vemos y nos cuenta que hacían, donde estaban, y quienes son los de las fotos. 

Entre internado y casas  de parientes, mi madre, muy joven, llegó a Santiago a un internado y luego a la casa de una hermana de su madre, es decir una tía, en una comuna emergente de la capital, y también donde yo nací y crecieron mis raíces, ella fue mi abuelita querida, siempre la conocí como mi abuelita y su marido era el tío, rara mezcla ni idea porque, pero así era.  
Su adolescencia transcurrió ahí, hizo de amigas y amigos, siempre amparado por la protección de su hermano que pertenecía a la aviación, eso le daba un grado de autoridad.  
Descendencia de esas amistades son nuestros grande amigos, claro, nacimos en el mismo barrio y crecimos juntos. 

Mi madre se casó muy joven, matrimonio que duró algo mas de 30 años, con mil problemas y ademas con la perdida del trabajo del jefe de hogar para el golpe miliar, hizo que mi madre saliera adelante con los pocos recursos que contaba, impotencia, dolor y sufrimiento hicieron que esta mujer con mucho sacrificio saliera de la casa cuando sus hijos ya estaban todos grande forzando su separación. 

Sin ayuda psicológica salió adelante solo con la compañía de los mas cercanos, hijos, hermanas y amigas.  Pero el dolor está en su interior, nunca ha superado el abandono que sufrió cuando era chica, arrastrado ademas por la culpa que erróneamente la hicieron suya.  Hoy con mas de 80 años, autovalente, amante del casino, el juego de naipes con las amigas, juego en el computador, en una época se compró media docena de tetris, hace taichi, va al grupo de adulto mayor, en fin pasa sus días con muchas actividades pero con una soledad interna, sentimiento de abandono y en general de poca protección.  Sin dar muchas vueltas hemos dejado que nuestra madre siga con su independencia, haga sus tramites, tome sus propias decisiones, hasta donde sea capaz, de esa forma estamos cerca pero no la limitamos.