martes, 18 de febrero de 2014

Frustracion N°...., perdi la cuenta


Recordé uno de esos que quiero contar, nuestra casa era chica, 3 dormitorios, en el segundo piso dormíamos mi marido y yo en un dormitorio y en el otro mis hijitas, y en el dormitorio de abajo teníamos el pc, una tv, la tabla de planchar, las herramientas de trabajo que yo ocupaba, en cierta forma era mi espacio, me gustaba, no era exclusivo pero si lo ocupaba bastante.

Cambió cuando mis hijitas crecieron, necesitaron dormitorios separados, era lógico y sano y como así lo creímos, le adaptamos la pieza de abajo para mi hijita menor, feliz ella con su espacio. No puedo ni quiero responsabilizar a mi hija por ocupar ese dormitorio, yo sabía que sería así en algún momento, tuvimos dos hijas a conciencia, sabíamos la casa que teníamos desde que la compramos y con cuantos dormitorios contábamos para que las niñas ocuparan.

Un día compré un aparato de nueva tecnología que me costó 70 mil, bastante para ese momento yo estaba feliz, era lo que quería hace mucho tiempo y me serviría para traspasar a cd y dvd todos las cintas de grabación, cuando quise hacer las conexiones me di cuenta que no tenía lugar para dedicarme a lo que quería, por distintos motivos que no voy a contar, supe en ese momento que no existía en mi casa un lugar para mi. Cualquier espacio era compartido, es bastante lógico pensando que es la casa de la familia, pero me sentí en el aire, me di cuenta que nada era mio sino de la familia, ni siquiera un espacio.

Estoy convencida que la única responsable de esa situación que viví  era yo, no supe resolver algo tan básico como crearme el espacio que necesitaba, no tuve el convencimiento ni las fuerzas ni ganas de hacerlo, sino que me anulé y me imposibilité, ni idea porque.

Resumen, devolví mi aparato electrónico que con tanta ilusión había comprado, cerré ese episodio con una frustración al hombro, solo que esta vez era consciente.

Frustraciones tengo varias, el sentirme muchas veces poco querida, dejada, poco atendida, en fin es parte de lo que intento superar, aunque nunca he dejado la ilusión de ser "reina", así llamo al ser amada y protegida por sobre todo. Jajjajaja, recordé una anécdota de mi jefe, el me dijo "para que quiere plata usted ?", - bueno, respondí  tengo obligaciones que responder, arriendo, pago cuentas, debo comer, etc. etc, me dijo - sabe? usted debería tener un proveedor, alguien que la proteja  y la sostenga - casi morí, quiero amor, no protección a cambio de favores....., terminó la conversación.