jueves, 27 de marzo de 2014

Pacto secreto con Dios

Mi amiga ni se imagina que milagro hizo Dios con ella, cuento un poco de que se trata.

Había tomado una decisión grande............., no seguir viviendo.  Tremenda decisión, ahora se da cuenta que no valía la pena el motivo, por mucho que estemos enamoradas, ningún hombre vale la pena como para quitarse la vida por él, menos cuando éste no la valora.  

Sigo, - un día me llama a la oficina y entre llantos me dice que me quiere mucho, que he sido una buena amiga, que no la busque porque se quitará la vida, había dejado todo listo en su trabajo, en su casa, y nadie sabía dónde se encontraba, me comentó que estaba en un hotel y había tomado una dosis grande de remedios-, horror con mayúscula, casi morí, yo lloraba más que ella, le pedía por favor que me dijera dónde se encontraba e iría de inmediato y conversaríamos, supuse que era un hotel cerca de la comuna donde estamos, llamé a todos los hoteles que pude,  brutos todos los que me contestaban el teléfono, no querían darme ninguna información de los clientes, un desastre, recuerdo que en uno les dije, - ok, no quieren darme información, pero recuerden que si encuentran a mi amiga muerta, ustedes podrían haberlo evitado-, resumen, ella me llama mucho mas tarde diciéndome que estaba en la clínica haciéndose un lavado de estomago, un familiar cercano la había logrado convencer

Se salvó, por ahora, pero ella estaba muy mal necesitaba tratamiento psicológico y psiquiátrico, en fin, la vida continuó para ella y para todos. Pasaron varios meses, ella mal con este amor no correspondido, y en eso nuevamente me llama para despedirse de mí, esta vez yo algo más calmada intenté nuevamente por todos los medios me dijera dónde estaba, me dijo que en una estación del metro,- que horrible-, desesperada salí, tocaba mi hora de colación, y me fui a la iglesia cristiana que esta cerca de mi oficina, luego salí sin rumbo, sin saber que hacer por mi amiga, la llamaba y no contestaba, creí que ya había muerto, me fui a la estación del metro más cercana y le avisé al guardia lo que sucedería, les conté como era ella, pusimos en alerta desde una a otra estación, más o menos pensando donde podía estar, luego me llama y me cuenta que está fuera del andén, esta vez también se salvó y para siempre.  Cuando le pedí a  Dios, con ayuda de una persona de la iglesia, fue con tantas fuerzas que nos escuchó, ella hoy está bien, con proyectos, estable, amor superado y dejado. 

lunes, 10 de marzo de 2014

GRACIAS

Mas de alguna vez he dado las gracias por lo que no tengo, claro, no tengo enfermedades, ni problemas que detengan mi vida, por no estar sola ni sentirlo, también mis agradecimientos son por tener dos hijas preciosas, sangre de mi sangre, por la oportunidad de aprender a conocerme,  doy gracias infinitas por aprender a respirar por darme cuenta de ello  y también por sentir las vibraciones de la tierra, por conocer mi cuerpo y amarlo, por desprenderme de ataduras insanas que no dejan disfrutar la vida, por despegarme de todo lo material, por amar, por conocer, por entender, por tener las amigas y amigos que me apoyan en forma incondicional, por mi familia que en las buenas y en las malas siempre está, sin este paso gigante no estaría dando las gracias por lo que tengo y no tengo.

sábado, 8 de marzo de 2014

DOLOR

Uno en especial para no recordar pero es necesario escribirlo. Mi hermosa casa tenía un damasco, lo llevamos muy chiquito desde la casa de mis abuelos paternos.  Plantado en nuestra casa, creció e hizo feliz a todos los vecinos y familiares, bondadoso él, nos regaló damascos a todos, en años de abundancia no había vecino que no se deleitara con nuestros damascos. 

Un día cualquiera de verano, fin de semana, con mi hijita  mayor fuimos a sacar damascos, ella en el árbol y yo los recibía arriba de la escalera.  La puse mal y en un descuido me fui hacia atrás, de espaldas, desde un metro setenta mas o menos, el golpe fue fuerte, de espaldas, caí en el pasto, y ahí quedé.  Llegaron mis dos hijas a socorrerme y también el que era mi marido, con sorpresa lejos de abrazarme, se enojó y me retó, no me habló en 10 días.  
Aun no logro entender que pasó por su cabeza para actuar de esa forma, estaba con dolor, en el cuerpo y en el alma, fue un accidente, en su defensa aludía a que no debía haberme subido, raro ya que lo había hecho desde siempre.

Esa agresión psicológica es de las peores que he sufrido, mi dolor fue tan grande que hasta el día de hoy lo recuerdo con angustia y hasta tengo la misma sensación de agresión cuando alguien decide no hablarme por algún problema. 

Tarea que poco a poco supero, claro porque ese daño debo sanarlo.....