martes, 16 de febrero de 2016

LA NO VUELTA A CASA

Hoy se cumplen 7 días que he vuelto a reencontrarme en el que fue mi hogar por 23 años. No es precisamente una vuelta a casa, es solo momentáneo, y hoy es el ultimo día de mi estadía, gracias a la generosidad de mis hijitas el permitirlo y gracias a que yo he podido hacerlo sin temor y enfrentar todo recuerdo, todo porque ellas están de vacaciones con su padre fuera de Chile y yo era la persona mas cercana para quedarme.
En estos días  no le di paso a los sentimientos, no quise, no les permití hacerlo, solo he observado, respiro, me veo, y dejo pasar cualquier recuerdo,  como película rápida en blanco y negro, los que no duran mas de 5 segundos. Los miro como pasan raudos, para no dar paso a las lagrimas, desde el primer día que llegué recién casada, hasta el día que salí como recién separada. 

Hoy afloran con energía, peso, emoción,  esos que estaban guardados dentro del estomago, escondidos, pasivos, esperando el momento exacto para salir y hoy se entregan vencidos  como una nueva perdida, que así como los recuerdos, no duran mas de 5 segundos......, hoy se los permito.

Unas palabras que me hacen sentido en estos momentos y casi en todos, que acepto y las hago mía, dice que hay dos días en la vida en los que no podemos hacer nada, uno es ayer y el otro es mañana. 

 La constante observación interna me ha permitido mirar lo que me pasa, lo que siento, como veo, y como he aprendido a vivir hoy sin apego, quizás algo fría pero necesario, dando paso a la aceptación sin rencor ni resentimiento, hoy escribo, ayer ya pasó, mañana será otro día.