Recordé a mi padre, no lo menciono mucho, perdimos contacto y fue
por un asunto bien puntual.
Mi madre se separó de mi padre cuando todos éramos grande, ella
salió de la casa, yo estaba casada y mi hermano también, y se quedó en la
casa familiar mi hermana, su hijito pequeño y mi padre. Como todos
trabajaban se necesitó una persona que hiciera el aseo, bueno, fue justamente
ella la que entró de mala forma en la vida de todos, con engaños y mentiras se
apoderó de la casa y de mi padre, y mi hermana debió salir de ahí.
Catástrofe familiar cuando nos anuncia que se va a vivir con
ella, estaba embarazada. Era la forma que ella tenía para apoderarse de
los patrones o jefes de hogar. Perdimos contacto, nos dejó a todos, y
vive lejos de Santiago.
Cuando recuerdo y analizo lo que sucedió, siempre he tenido
la sensación de abandono, a pesar que en esa época no vivía en su
casa, siento que me dejó como hija y también a sus nietas es decir
mis hijitas. Se de él cuando mi hermano lo visita, entiendo que tiene más
hijos reconocidos, aunque no me queda claro si son de él, está viejo, enfermo,
supongo que tantos niños y ella lo atenderán.
Le gustaba jugar ajedrez y dominó, tenía sus distintos grupos de
amigos con los que compartía sus distintos juegos, también le gustaba
ir al Club Hípico, en grupo, con vecinos cercanos, amigos y
hermanos, yo asistí algunas veces, no me apasionaba.
De joven fue un gran deportista, corría y hacia salto con
garrocha, y como vivíamos cerca del Estadio Nacional nos llevaba cada vez
que podía a los campeonatos de atletismo, a los de tenis, y a ver fútbol, era
como nuestra plaza cercana y nos incentivaba a hacer deportes. Su
gran pasión por la música hizo que la escucháramos con frecuencia en
nuestra casa, grandes conciertos, opera, sinfonías, cantaba bastante bien,
y silbaba lindo. Era un hombre alegre, hablaba fuerte y siempre buscaba
la discusión, algo prepotente y siempre tenía la razón en todo, (a veces me
parezco a él en algunos aspectos), los alegatos en la casa fluían en forma
diaria sobre todo en los años de mi adolescencia ya que sufrimos un golpe de
Estado con una posterior dictadura militar que duró muchos años. Los
asuntos políticos eran la contingencia diaria, con tantos muertos,
desaparecidos, exiliados, torturados, imposible quedar al margen. Luchamos de
distintas formas por nuestros ideales, éramos jóvenes y teníamos ganas y
disposición, corríamos riesgos necesarios para terminar con esa insana
dictadura.
Me duele hablar de él, sentí su alejamiento, lo perdí, nunca más
nos hemos tratado como padre e hija, con mis hermanos pasa algo similar, en
resumen perdió a su núcleo y prácticamente a toda su familia.
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