jueves, 3 de abril de 2014

La señora Pila

Hace 1 mes murió la mamá de una amiga, estaba enferma hace tiempo, enfermedad larga y de moda, todos esperaban que muriera y descansara, los últimos 3 meses requirieron toda la atención de su familia más cercana. 

La conocí desde mi adolescencia, bajita, mamá autoritaria como muchas de nuestras madres en época de mucha restricciones a todo nivel, educó a sus hijos con mediana libertad, sanos y felices.  Las mejores fiestas de adolescentes fueron en su casa.  Amiga de sus amigas, amable, chacotera y fumadora, la señora Pila, la recuerdo con cariño. 

Después de una larga agonía por fin descansaría de su enfermedad y de su marido que durante los años juntos se dedicó a pasarlo bien y no precisamente con ella, y a pesar que él estaba viejo, desgastado, estaba relativamente sano. 

Bastó 1 mes para que ella lo viniera a buscar, sin esperarlo, sin pensarlo, mi amiga se quedó ahora también sin su padre. Hombre vividor, terriblemente amigo de sus amigos, amante de los caballos, del cigarro, del vino, del garabato y las buenas historias, también lo recuerdo con cariño. 

El matrimonio no se llevaba bien, al final ya se detestaban, la mamá lo único que quería era morir y descansar y ser enterrada con su familia, pero por esas cosas de la vida, están enterrados juntos, fue todo tan rápido que no alcanzaron a hacer los trámites correspondientes, ya que lo encontraron muerto después de varias horas de fallecido.

Cuando me quejo de mi brazo, me doy cuenta que hay dolores del alma que indudablemente merecen nuestra atención, mi amiga está triste.

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